Empezamos a las nueve en Foncebadón: ¡no os imagináis el frío que hacía! Nuestra primera parada fue en la Cruz de Ferrpo donde todos dejamos la piedra de nuestros actos negativos pasados.
La siguiente parada fue en Manjarín, sitio pintoresco y peculiar donde nos sellaron nuestras credenciales de peregrinos.
En El Acebo, la soguiente parada, tocó revisión de "pieses": de momento estaban en perfecto estado. Tras un breve descanso continuamos la marcha. Pasamos por un pueblo muy pequeño (riego de Ambrós) y aquí comenzó el tramo más complicado de la etapa.
El final fue Molinaseca. Cruzamos un bonito puente romano para el tradicional baño de "pieses" pero por motivos ajenos a nosotros esta vez no se pudo realizar.
Después de comer hicimos una breve parada en el castillo templario de Ponferrada y de ahí a Villafranca del Bierzo.
Llegamos la albergue que resultó ser un antiguo monasterio, nos duchamos, fuimos a comprar la merienda y la repartimos a los compañeros. Nos dimos un paseo por el pueblo y vimos la Colegiata, la Plaza Mayor, el castillo y conocimos la historia de San Francisco de Asís y el monasterio que fundó en esta localidad.
De vuelta al albergue cenamos y una inoportuna lluvia hizo que pronto estuviéramos durmiendo. Pero nos vino bien: la etapa del día siguiente prometía ser muy dura.
Elena Fulleda, Marina Rubio, Raquel Gómez,
Miriam González, Pablo Miralles, Fco. José Quintana
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